En 1984 el programador ruso Alekséi Pázhitnov marcó un antes y un después en el mundo de los videojuegos creando Tetris. Un atractivo y adictivo puzzle que fue capaz de superar las barreras de la Unión Soviética convirtiéndose en un éxito mundial. El minimalismo y la sencillez a la hora de jugar a este título hizo que se convirtiera no solo en un éxito, sino en uno de los primeros videojuegos para todos los públicos.
No es de extrañar que el fotógrafo Mariyan Atanasov haya querido hacerle un homenaje a este juego que tantas horas de entretenimiento nos ha dado a todos. En su último trabajo, el búlgaro ha recreado la ciudad de Sofía como una enorme partida de Tetris. Su serie, llamada «Urban Tetris» imagina una ciudad en la que los edificios de viviendas caen desde el cielo para encajarse con el resto de la arquitectura. La serie se compone de seis imágenes muy similares en las que aparecen todas las piezas del videojuego ruso.
Según el autor, se inspiró durante un paseo por la ciudad mientras observaba los enormes bloques de viviendas de la época soviética. La simplicidad, los colores y la geometría de la arquitectura de estos bloques de pisos en los que viven centenas de personas le transportó a su infancia jugando al tan conocido videojuego.
Sorprende la calidad del trabajo de Atanasov y la precisión con la que ha trabajado la idea. En el total de la serie podemos apreciar una cohesión cuidada al milímetro. Las seis imágenes comparten una misma paleta de colores pastel muy suaves junto a unos cielos algo destintados y totalmente despejados para evitar la distracción del lector.
Aunque la verdadera magia de esta obra es la capacidad que ha tenido el búlgaro de hacer que el espectador complete la figura con la mirada exactamente igual que si estuviese echando una partida de Tetris. Esto se debe a la rectitud absoluta que nos hace guiar la mirada meticulosamente por la imagen. Tanto, que las imágenes podrían servir pecfectamente para ilustrar varias leyes de la Gestalt.





