Algunos estudios recientes apuntan a que aproximadamente el 99,7% del contenido de Internet son fotos y vídeos de gatitos (así, a ojo). Si eres un completo loco de los gatos como yo, es posible que esa cantidad no te parezca suficiente. O mucho peor, es posible que ya hayas visto todas las fotos y vídeos de gatos que existen en la red.
Afortunadamente, nuestros amigos los ingenieros están ahí para ayudarnos. Para solucionar este problema de escasez de imágenes gatunas en las redes, algunos informáticos están creando programas para generar fotografías falsas de gatetes. Gatos que no existen más allá de un enorme código fuente de unos y ceros, pero que tú y yo vamos a disfrutar exactamente igual que si fueran reales.
La Inteligencia Artificial también adora a los gatos
Los mininos han reinado siempre en Internet, incluso antes de la llegada de las redes sociales. Estos pequeños peludos de cuatro patas son adorables a la vez que alocados y absolutamente impredecibles. No es raro que les tengamos tantísimo cariño, pues ya en el antiguo Egipto, nuestros antepasados los trataban como auténticos señores. Tenían la admiración de los humanos y también de los dioses. Ahora, por primera vez, también tienen la bendición de los ordenadores.
ThisCatDoesNotExist. El ThisPersonDoesNotExist de los gatos
Al hilo de webs como thispersondoesnotexist, donde han nacido muchas personas aleatorias que han servido para crear fakes muy sonados (en España hubo un caso muy polémico a mediados de 2020), la web thiscatdoesnotexist hace lo mismo que con los rostros humanos, pero con gatetes.
Para ello, la web se sirve de una red neuronal, una IA, capaz de analizar cientos de miles de fotos de mininos. Con este input, el programa es capaz de reconocer los patrones comunes, las razas y la fisionomía de los gatos para aprender, poco a poco, a crear sus propias fotografías. Imágenes de gatos que jamás han existido.
¿Son creíbles las imágenes? ¿Hay «uncatty valley»?
El Uncanny Valley, o valle inquietante es un fenómeno que se da en la animación, robótica, 3D y ahora inteligencia artificial en el que los humanos mostramos rechazo de forma incosciente a sujetos humanoides generados de forma artificial. Es decir, nuestro cerebro no está preparado para conversar con un robot de aspecto humano o asimilar un rostro humano generado por IA. Sin que nos demos cuenta, nuestro propio cerebro detecta ese «impostor» y nos obliga a sentir rechazo.
Con los gatos, hay que reconocer que no ocurre tanto como con las figuras humanas. Obviamente, la red neuronal comete errores a la hora de crear imágenes, mostrando glitches y máscaras inacabadas. Pero en general, la IA hace un mejor trabajo que con las personas. Habría que preguntarse si los gatos verían dichas imágenes como creíbles o si sentirían ellos ese valle inquietante en sus carnes.
¿Qué utilidad tienen este tipo de webs?
En los últimos años estamos viendo toda una revolución de imágenes autogeneradas por redes neuronales. Actualmente, estas redes de neuronas solo son capaces de crear imágenes de baja resolución, pero conforme se vaya perfeccionando la técnica, podremos ver imágenes más grandes y con mucho más detalle.
En el caso de las imágenes con humanos, creo sinceramente que pueden suponer toda una revolución. Probablemente en un futuro cercano, los bancos de stock como Adobe o Shutterstock dispongan de este tipo de tecnologías para que los clientes puedan pedir imágenes bajo demanda. Sería un duro golpe para todos los fotógrafos, entre los que me incluyo, pero sería una gloriosa manera de generar imágenes originales y absolutamente únicas.
En cuanto a generar imágenes de gatos, simplemente es una forma de demostrar lo que la IA puede hacer a día de hoy. Puedes usar la web como entretenimiento, como fuente de inspiración o para recortar y montar en tus fotografías. Lo que podemos tener por asegurado es que a este red neuronal no le va a faltar material original para entrenar su mecanismo de machine learning.
Si quieres echar un ojo por ti mismo, puedes visitar la web oficial en la que esta red neuronal publica las imágenes que van creando de forma artificial. Bye bye productividad, hay muchas fotos de gatos que ver todavía por Internet.