Un fotógrafo captura los lugares más tranquilos de Tokio durante la noche

Tokio vuelve a estar de moda. No hay más que darse un garbeo por Instagram para encontrar montones de fotografías nocturnas de la capital nipona durante la noche. Algunos fotógrafos como Liam Wong o Takaaki Ito, por citar un par de ejemplos, se han hecho famosos por captar imágenes llenas de neones, contrastes y negros lavados de la ciudad del sol naciente durante la noche. En muchos casos estos fotógrafos tratan de ilustrar la luz, el movimiento, el ruido y la distracción que se siente en una ciudad que cada vez se parece más a ese concepto que conocemos como Cyberpunk.

Para Robert Götzfried, captar el caos en una metrópolis que tiene nada más y nada menos que 38 millones de habitantes era demasiado sencillo. En su lugar, el fotógrafo alemán se propuso un reto realmente complicado por delante: fotografiar las calles tokiotas absolutamente quietas. Sin luces fluorescentes, movimiento o personas por medio, tal y como si de una ciudad fantasma se tratase. Así ha nacido su serie «Tokyo Sleeps Tonight».

Sin rastro de humanidad. Así es la serie de Robert Götzfried

Götzfried quería fotografiar la capital nipona alejándose de los grandes puntos de interés de la ciudad. Para ello, el alemán exploró la ciudad en busca del lugar perfecto para realizar su serie. Así fue como llegó a la zona residencial de Minato, un área costera al este de Tokio. «Es la otra parte de la ciudad en la que la gente de verdad, la de a pie, vive y sale (o se queda en casa)», comenta el fotógrafo. «A diferencia de la mayoría de historias que he visto de Tokio, estas zonas de la ciudad están vacías por la noche. Supongo que tiene todo el sentido, la mayoría de la gente tiene que levantarse para trabajar al día siguiente, como en cualquier otra parte del mundo. Hallé una ciudad dormida»,

La serie fotográfica del alemán nos enseña la serenidad que pueden llegar a alcanzar algunas partes de Tokio por la noche. Sin rastros de humanidad, ni vehículos en movimiento. Con supermercados cerrados a cal y canto y sin un solo neón encendido donde se nos vaya la vista. Las imágenes transmiten silencio, dejando para la imaginación otros sonidos nocturnos y relajantes como el viento, el movimiento de las ramas de los árboles y el coil whine de del tendido eléctrico y otros aparatos electrónicos.

Puedes ver la serie completa en la web de Robert Götzfried.